Las mujeres de la villa 31, 24, Villa Lugano y Zavaleta de la ciudad de Buenos Aires y de barrios de la provincia de Santa Fe se manifestaron en apoyo al proyecto de la Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo.
Mujeres de barrios populares de la ciudad de Buenos Aires y de otras regiones del país se manifestaban hoy en inmediaciones del Congreso en apoyo al proyecto de la Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo y el Plan de los 1000 días, que trata la Cámara de Diputados y al que consideran fundamental para que «las mujeres dejen de morir en la clandestinidad».
Con barbijos verdes y remeras que llevaban la marca de las agrupaciones a las que pertenecen, las mujeres de la villa 31, 24, Villa Lugano y Zavaleta de la ciudad de Buenos Aires y de barrios de la provincia de Santa Fe buscaban infructuosamente alguna sombra donde resguardarse en una jornada de intenso calor.
«Venimos a buscar más derechos. Esta ley viene a garantizar justamente el derecho a decidir y a no morir, porque nosotras tenemos una vecina, una hermana o una mamá, una conocida o una amiga que ha tenido que abortar en la clandestinidad porque no tuvo los recursos para pagar un aborto», manifestó a Télam Lilian Andrade, referente de La Poderosa del Barrio 31.
La mujer consideró que «no es solamente la muerte a la que están expuestas, la muerte es un extremo que han atravesado nuestras vecinas pero han quedado las que deciden ser madres y transitar una maternidad deseada».
Andrade explicó que «desde ‘La casa de las mujeres y las disidencias’ hacen acompañamiento por las violencias que nos atraviesan todo el tiempo a vecinas y vecines también. Si vienen con dudas sobre su embarazo tratamos de acompañarlas lo mejor que podemos para evitar que se sigan muriendo mujeres y ese es el consenso sobre el que trabajamos».
La Cámara de Diputados comenzó a las 11 una sesión especial en la que tratará los proyectos de legalización del aborto y del «Plan de los 1000 días» que establece una protección integral a la mujer embarazada y al niño hasta los primeros tres años de vida.
Para participar de esta histórica jornada, llegó con otras vecinas desde la ciudad de Santa Fe María Claudia, «la Negra» Albornoz, quien dijo que llegaron «vibrando este día tan especial» y señaló que «si bien era muy difícil llegar, queríamos estar en representación de las asambleas del interior del país».
«Cuando los derechos no se garantizan, somos las mujeres empobrecidas, las villeras, las más desfavorecidas las que más sufrimos, pero con el acompañamiento de las vecinas compañeras, sabemos que salimos juntas de las crisis, y también de las crisis económicas».
«Eso lo aprendimos con la pandemia, y con la pandemia anterior, la del neoliberalismo que nos arrasó. Teníamos una organización muy fuerte y esa organización nos permite hacer acompañamiento en violencia de género, y también de las vecinas que deciden abortar», destacó la mujer.
Albornoz consideró que «la sociedad ya maduró, venimos trabajando en la calle hace mucho tiempo, tratando de instalar de que el hecho de que el aborto seguro sea ley no es obligatorio, pero sí que va a garantizar derechos».