Desde la central de trabajadores le pedirán un control más estricto de los precios y por el nombre que reemplazará al fallecido Zanarini al frente de la Superintendencia de Servicios de Salud.
El presidente Alberto Fernández almorzó este jueves con la cúpula de la CGT en la Quinta de Olivos. Durante el encuentro los cosecretarios generales de la central de trabajadores, Héctor Daer y Carlos Acuña le solicitaron al mandatario un control más estricto de los precios, en particular los de la canasta básica de alimentos. El segundo eje del encuentro giró en torno a la sucesión del fallecido Eugenio Zanarini en la Superintendencia de Servicios de Salud, el órgano clave que rige el vínculo financiero entre el Gobierno y los sindicatos.
Según adelantó Mariano Martín este jueves en ámbito.com, «hasta anoche esa definición oscilaba en un puñado de nombres entre los que se destacaban el actual número 2 de la SSS, David Aruachan, y el médico Daniel López, de la máxima confianza del ex ministro Ginés González García».
«Anoche los líderes de la central obrera confirmaban ambos ejes como sus principales preocupaciones. El de precios será el que llevarán como bandera y del que esperarán una respuesta más concluyente del mandatario. Los gremialistas advierten que con una macroeconomía en cierto orden es potestad del Ejecutivo el control más férreo de los precios que llegan a las góndolas de los supermercados. En otras palabras, la CGT avala la gestión de Martín Guzmán en el ordenamiento de las variables macro y le reprocha a otros funcionarios, como la secretaria de Comercio, Paula Español, una aparente falta de rigor», adelantó ese medio.
En cuanto a la sucesión de Zanarini «la hipótesis de máxima para la CGT sería la confirmación de Aruachan, actual gerente general, como nuevo superintendente. Se trata del médico que la central había propuesto para el cargo principal en el órgano que controla y distribuye fondos a las obras sociales sindicales pero que debió resignarse al segundo sillón una vez que Cristina Kirchner lo vetó por su asociación con Unión Personal y Accord Salud, las prestadoras del gremio estatal UPCN. Para la vicepresidenta era un premio excesivo para la central obrera y podía romper el equilibrio que el Frente de Todos intentaba con la otra vertiente grande del sindicalismo, la que encabeza Hugo Moyano».
De hecho, apenas arrancó la nueva gestión, por debajo de Zanarini quedaron en la SSS Aruachan y José Bustos, propuesto por el gremio de Camioneros. Bustos también giraba anoche en la danza de candidatos aunque con menos chances. En cambio, apareció con fuerza la chance de Daniel Alejandro López, un médico sanjuanino formado en la cantera de González García y actual director nacional de Acceso a los Servicios de Salud de la Agencia de Discapacidad (Andis). Los que apuntalan esta opción destacan que López cumple con la misma condición que tenía Zanarini de no estar asociado a ninguno de los sectores en pugna de la CGT ni del sector privado. Los que le desconfían, en cambio, señalan a López como socio del ex ministro en sus emprendimientos agrícolas y bodegueros de San Juan.
Otras dos alternativas también eran mencionadas hasta anoche pero con pocas posibilidades. Ambas, por estar ligadas de manera directa al kirchnerismo más puro. Una es la ex superintendente de Salud Liliana Korenfeld, una autodenominada “pingüina” que ocupó el cargo en el segundo mandato de Cristina y que deliberadamente casi no alimentó vínculos con la CGT. En la central le endilgan haber hecho un culto del cierre de la canilla de recursos en su paso por “la Súper” como estrategia de asfixia financiera para forzar a los gremialistas a negociar. El otro es Homero Giles, dirigente de La Cámpora que en la actualidad preside el IOMA, la mayor obra social bonaerense, y que completa el tridente sanitario de la provincia junto con Daniel Gollán y Nicolás Kreplak.
Según consignó hoy ámbito.com «en el Ministerio de Salud admitían anoche que la propia Carla Vizzotti, abocada en pleno al abordaje de la pandemia, permanecía alejada de esta deliberación. Y también advertían que había una posibilidad cierta de que Alberto hoy sólo escuchara el pedido de la CGT por Aruachan sin dar una certeza sobre quién reemplazará a Zanarini, hallado muerto en su casa este martes al parecer como consecuencia de un problema cardíaco que lo aquejaba desde hacía tiempo».