El fundador de Microsoft hace un podcast junto a la actriz Rashida Jones. En su última emisión analizaron junto al historiador Yuval Noah Harari qué dice de nosotros la aceptación de los hechos falsos y las teorías conspirativas.
Bill Gates analiza por qué creemos las mentiras.
¿Por qué la gente cree en las mentiras? Ese es el tema que analizaron el fundador de Microsoft, Bill Gates, junto a la actriz, productora y escritora Rashida Jones. Para hablar al respecto invitaron al historiador y escritor israelí, Yuval Noah Harari, autor de los libros Sapiens: De animales a dioses, Homo Deus: Breve historia del mañana y 21 lecciones para el siglo XXI.
Para comenzar a analizar el tema de la desinformación, Gates contó cuál fue la mentira más insólita sobre él que escuchó recientemente: que estuvo involucrado en la creación del coronavirus.
“Creo que si querés un villano, ayuda que tenga más dinero del que un humano debería tener y que crea que es demasiado listo”, afirmó entre risas, para después pasar a un tema serio: las corrientes antivacunas.
“Mucha gente tiene miedo de que la vacuna sirva para rastrear a las personas con un microchip y alguna conexión con el 5G. Esas conspiraciones van en contra de los esfuerzos para salvar vidas”, detalló, para aclarar que “puede parecer contraintuitivo clavarle agujas a los niños y hacerlos llorar”. De todas formas, destacó que para él pensar que “literalmente erradican enfermedades como la viruela” le hace explotar el cerebro. Gates además aclaró que se tienen que hacer con cuidado y tienen que ser probadas, por supuesto.
Para analizar las mentiras y las teorías conspirativas Jones y Gates invitaron a Yuval Noah Harari, para ayudarlos a entender algunas de las partes más duras y difíciles de la humanidad, como las enfermedades, las pandemias, el hambre y las guerras. Además destacaron una idea fundamental del autor: los humanos somos la única especie en la Tierra que cree en cosas que no puede ver, como puede ser una empresa (el concepto, no un edificio), ideas o religiones.
Lo primero que respondió Harari fue la diferencia entre mentiras, ficciones y mitos.
“Una mentira es cuando sabes perfectamente que algo no es cierto, y lo decís para engañar a los demás. Una ficción es muy a menudo algo que realmente creés y se lo decís a otras personas no para engañarlas. Puede ser algo pequeño o puede ser algo grande, como una religión o una teoría económica o una teoría racial. Creo que la mayoría de los nazis realmente creían en la teoría racial, de la misma manera que la mayoría de las personas que creen en una religión en particular, a veces son delincuentes, pero por lo general, la gente realmente cree historias que difundieron”, explicó. Su respuesta rápidamente llevó la charla al coronavirus.
“En el estado actual de las cosas en este país, es difícil saber quién está diciendo una mentira de forma intencional o difundiendo una ficción”, acotó Rashida, para que Gates agregue que “si la gente no cree que las muertes están ocurriendo, piensan que llevar una máscara es una declaración política”.
Por supuesto, esto derivó en un tema mucho más filosófico: las mentiras que decimos y creemos. ¿Los líderes mienten para obtener un resultado específico?
Para Yuval, “incluso si querés mentir, tenés que convencer a la gente. La mejor manera es que uno mismo crea la mentira. No es fácil saber la diferencia entre engañar a los demás y engañarse a uno mismo”.
Para continuar con la explicación de las mentiras, Rashida le preguntó al historiador si creía que las mentiras “ahora son más peligrosas de lo que nunca fueron”.
“Las mentiras que creen las personas con armas nucleares son más peligrosas que las mentiras que creen las personas con lanzas de piedra. En ese sentido, sí, es más peligroso. Pero debemos tomar esto en una gran perspectiva histórica. La gente a menudo confunde información con verdad. La información no es verdad. Una teoría conspirativa también es información. Cada nueva herramienta de difusión de información es también una nueva herramienta de difusión de mentiras, ficciones y conspiraciones”, respondió.
Después agregó un ejemplo histórico. “Cuando se inventó la imprenta -o al menos llegó a Europa, porque fue inventada mucho antes en China-, la gente pensó: ‘Ah, la revolución científica’. Tenías a Newton y Copérnico y gente que estaba leyendo sobre física. Sin embargo, uno de los libros más vendidos fue El martillo de las brujas. Era un ‘hágalo usted mismo’, un manual para identificar y matar brujas. Esto se vendió mucho, mucho más que algo de Copérnico o Newton o cualquiera de estos tipos”, afirmó. Una clara analogía entre la actualidad, con las denominadas “fake news” que se “viralizan” mucho más que las noticias verdaderas
Justamente al respecto plantearon que una de las claves de las mentiras es que son simples. “La gente quiere explicaciones sencillas: ‘esta persona es mala por esto’. Algo así como ‘nosotros contra ellos’. Las mentiras tienen un patrón determinado que las hacen satisfactorias, aunque falten a la verdad”, detalló Gates. Yuval estuvo de acuerdo.
“Definitivamente. Usualmente las teorías conspirativas son simples. El mundo es complicado. Ustedes me preguntaron si la gente quiere saber la verdad. Pero los dos grandes problemas son que la verdad muchas veces es incómoda y dolorosa. La verdad sobre mi. La verdad sobre otros está bien. Pero acerca de uno mismo usualmente es algo doloroso para conocer”, respondió.
Una vez más, el tema sirvió para analizar el coronavirus y las teorías conspirativas al respecto.
“Entender un virus es complicado. Nuestros cerebros simplemente no evolucionaron para entenderlo. No nos gustan las cosas que son difíciles de entender. Preferimos cosas que sean fáciles de entender. Comparemos el tratar de entender la cadena epidemiológica de eventos que van de algunos murciélagos a los humanos y luego se extienden el mundo con la idea, la conspiración, que un par de multimillonarios que están haciendo todo esto para controlar el mundo”, detalló Harari.
Yuval además quiso hacer una aclaración, que no entró en el podcast pero que está como una nota adicional en el blog de Bill Gates. “Cuando se habla de teorías conspirativas, es vital distinguir las mentiras de la ficción. Cuando mentís, tu intención es engañar. Pero las ficciones usualmente se comparten de buena fe. Supongamos que ves ves un video en YouTube que explica que Bill Gates creó el coronavirus en un laboratorio secreto para conquistar el mundo y se lo reenviás a tus amigos y conocidos. La gente que hizo el video puede haberte querido engañar. Pero vos lo enviaste porque sinceramente lo creíste. No era tu intención engañar a nadie”, detalló el historiador, para remarcar que es vital hacer esta distinción para entender la popularidad de las teorías conspirativas.
“Si le decís a alguien que cree en una conspiración que están mintiendo, se van a enojar, y con razón. Aunque no entiendan de virus, saben lo que pasa en su mente y entienden que no están mintiendo: no quieren engañar a nadie”, agregó.