Con el aumento de casos de coronavirus en Brasil se teme una situación similar o peor que la vivida a mediados de 2020, cuando colapsaron hasta los cementerios.
La segunda ola de contagios masivos de coronavirus en Brasil obligó a las autoridades a redoblar los esfuerzos para mantener a la población quieta, por ejemplo con la imposición de una limitación horaria a partir de las 19.
En Manaos, capital del estado de Amazonas, «se registró el momento más crítico desde que comenzó la pandemia de coronavirus, incluyendo la primera ola», describió en una comunicación con el programa «Reperfilar» el corresponsal de ANSA Darío Pignotti desde Brasil.
El estado de Amazonas se convirtió una vez más en epicentro de la pandemia de coronavirus en Brasil, al punto que entre el jueves y viernes de la semana pasada «un aumento de fallecimientos», como apuntó el corresponsal.
Pignotti convino que «no se registraron los números (de muertes) oficialmente», pero se refirió a «un cuadro de situación gravísimo en lo que ya era una situación complicada la crisis sanitaria de coronavirus».
A nivel nacional, según dio cuenta Pignotti, Brasil tiene focos de contagios en Río de Janeiro, donde «más del 85% de las salas de terapia intensiva del sistema hospitalario público están ocupadas» y «también creció el cuadro de ocupación en San Pablo, donde se decretó una cuarentena que se prolongará por un mes».