El experimento basado en inteligencia artificial fue puesto en marcha en escuelas de León, un municipio al norte de España.
El sistema es útil no sólo en escuelas, sino que además puede ofrecer beneficios en otros espacios como oficinas y restaurantes.
Mientras las campañas de vacunación contra el Covid-19 avanzan en diferentes países, el paulatino regreso a las escuelas sigue involucrando desafíos de diversa especie. La organización del espacio para que los alumnos mantengan el necesario distanciamiento social es uno de ellos y, en vista de ello, científicos españoles diseñaron un algoritmo que se encarga de distribuir los escritorios en las aulas con criterios que prometen mayor rigurosidad en relación a las decisiones estrictamente humanas.
Investigadores de la Universidad de León, en España, desarrollaron un sistema de inteligencia artificial que analiza las dimensiones de los salones y propone la distribución de las mesas más idónea para que quepa el mayor número de estudiantes posible, siempre manteniendo la distancia aconsejada de un metro y medio. En rigor, se trata de un dilema matemático que un algoritmo puede resolver con eficacia.
Criterios algorítimicos
Según informa El País, esta tecnología ya se aplica con éxito en escuelas de León, un municipio ubicado al norte de España. Hace dos meses ya se utiliza en un colegio al que, precisamente, asistieron en su juventud dos ingenieros involucrados en el proyecto. Javier Diez, uno de ellos, explica que el sistema que se propuso inicialmente (colocar los pupitres en zigzag) no era factible debido a las dimensiones de las aulas. Entonces pensaron que la inteligencia artificial podría ofrecer respuestas más eficaces.
Al momento de separar mesas, el razonamiento humano idea filas y columnas, pero esa distribución usualmente desaprovecha espacio y, en el contexto que atravesamos, puede obligar a desdoblar aulas. “El resultado de colocar los pupitres según dice el algoritmo puede parecer un poco caótico al ojo humano: no están ordenados o alineados, pero están perfectamente separados”, dice un profesor del centro donde se ha probado este sistema.
“Al final, no obtenemos una propuesta modelo que sirva para todas las clases, sino que podemos personalizar la distribución para cada espacio dependiendo del tamaño, los obstáculos o las peculiaridades de la habitación”, comenta Rubén Ferrero, estudiante del máster de ingeniería aeronáutica de la Universidad de León.
El resultado de colocar los pupitres según dice el algoritmo puede parecer un poco caótico al ojo humano: no están ordenados o alineados, pero están perfectamente separados.
Tal como explica la fuente mencionada, los investigadores usaron lo que se conoce como un “algoritmo genérico”. Se trata de una técnica de inteligencia artificial inspirada en la teoría darwiniana que sostiene que sobrevive aquel que mejor se adapta al medio. “Permite transformar la resolución de cualquier problema en un conjunto de soluciones en el que cada una de ellas funciona como si fuera un individuo: el mejor adaptado (la solución más óptima) gana. Se aplica cuando hay muchas soluciones potenciales a un problema”, se indica.
El sistema en cuestión es útil no sólo en escuelas, sino que además puede ofrecer beneficios en otros espacios en los que también sigue siendo necesario el distanciamiento, como bares, restaurantes y oficinas.