La recuperación económica de los últimos meses permitió que el retroceso sea menor a las previsiones oficiales iniciales, informó el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec).
El producto bruto interno (PBI) se contrajo 4,3% en el cuarto trimestre de 2020, con relación a igual período de 2019, y, de esta forma, mostró una baja de 9,9% en 2020, en medio de la pandemia de coronavirus.
En la comparación con el tercer trimestre, el PBI creció 4,5%, con subas en todos los componentes de la demanda agregada, con excepción de las exportaciones, que cayeron 8,7%: la formación bruta de capital fijo aumentó 17,3%, el consumo privado creció 4,2% y el consumo público se incrementó 1,3%; mientras que las importaciones aumentaron 14,1%, informó este martes el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec).
En cambio, en la comparación con el cuarto trimestre de 2019, se registraron caídas en todos los componentes con excepción de la formación bruta de capital fijo (+15,9%); mientras que las caídas en el consumo privado, el consumo público y las exportaciones se ubicaron en 8,1%, 2,6% y 32,5%, respectivamente; y las importaciones se redujeron 2,8%.
La recuperación de los últimos meses permitió que el retroceso sea menor a las previsiones oficiales iniciales, que daban por sentado una caída del orden del 12%.
Por ello, el Gobierno había pautado para este año a través del Presupuesto aprobado por el Congreso un escenario de recuperación del PBI que pase de una caída de 12,1% interanual en 2020 a una suba de 5,5% en 2021.
A partir de los indicadores que ratifican una consolidación de la recuperación de la actividad, el empleo y el fortalecimiento de las cuentas públicas, el ministro de Economía, Martín Guzmán, aseguró hace unos días que el Gobierno nacional espera un crecimiento base del PBI del 7% para 2021.
En similar sentido de corrección al alza de las proyecciones, los analistas de mercado consultados mensualmente por el Banco Central estimaron en febrero un crecimiento del PBI real de 6,2%, 0,7 puntos porcentuales por encima de la previsión realizada en enero, mientras que el Top 10 de quienes mejor pronostican el crecimiento económico sugirieron un aumento del PBI de 6,4%.
De esta manera, todas las estimaciones indican que la economía argentina podría recuperar una parte de la retracción sufrida en 2020 por el impacto del arrastre de la recesión económica de los últimos tres años y el efecto en la actividad de la pandemia de coronavirus.
En ese sentido, Guzmán destacó que luego de los tres años de recesión económica previos a asumir el Gobierno actual y del año de la pandemia, la Argentina «es la economía que más rápido se está recuperando en todo el continente».
La caída de 9,9% interanual del PBI en el acumulado de 2020 respondió a la disminución de todos los componentes de la demanda: el consumo privado se contrajo 13,1%, la formación bruta de capital fijo cayó 13,0% y las exportaciones, 17,7%; y, en el caso de las importaciones, disminuyeron 18,1% respecto de 2019.
Por el lado de la oferta, sólo los sectores de Electricidad, gas y agua (+0,9%) e Intermediación financiera (+2,1%) crecieron respecto de 2019.
Los 14 sectores restantes de la actividad mostraron caídas en el acumulado 2020, sobresaliendo la de Hoteles y restaurantes (-49,2%) y Otras actividades de servicios comunitarias, sociales y personales (-38,9%) por su magnitud, y Transporte, almacenamiento y comunicaciones (-17,0%) e Industria manufacturera (-7,7%) por su incidencia en el total.
A precios corrientes, el consumo privado fue el componente más importante de la demanda (representó 63,6% del PBI), seguido por las exportaciones (16,6%) y el consumo público (16,2%); mientras que la formación bruta de capital alcanzó 13,8% del PBI.