Con 43 años sumó varios oficios, se recibió en el Profesorado de Artes Visuales y quiere dar clases, pero se le dañó el audífono. Varias de sus obras estuvieron en exposición
Elbio Cristóbal Calizaya perdió buena parte de su capacidad auditiva por la meningitis que contrajo cuando era bebé. Nació en El Aguilar, cursó la primaria en Abra Pampa, la secundaria en un nocturno del Comercial 1, y luego aprendió varios oficios, para luego hacer el Profesorado de Artes Plásticas. Con 43 años se dedica a la pintura y a bailar tango.
Nacido prematuro, pasó por numerosas consultas consultas médicas que no lograron salvar una gran pérdida de su capacidad auditiva. El mayor daño fue en el oído derecho, lo que le dificultaba seguir las clases en la primaria, pero no jugar con amigos aunque le contó a Liliana Alfaro de El Tribuno que sí lo complicó en su adolescencia, «más por vergüenza que por otra cosa», porque nunca le significó ser víctima de bullying.
Luego aprendió peluquería y cocina en la escuela Sarmiento de Salta. Para cuando comenzó a cursar en la nocturna del Comercial Nº1 «José Antonio Casas» ya había conseguido su audífono. «Tenía un cable visible, y una profesora me retó, me dijo que me quite el auricular, que estaba escuchando música. Le expliqué que era un audífono», indicó.
En 2016 egresó del Profesorado de Artes Visuales, luego de 10 años, porque le costaba más la teoría y materias pedagógicas, mientras la pintura y estructura era lo que buscaba.
Quiso enseñar, pero tuvo inconvenientes con el audífono que se le estropeó, por lo que todavía tiene la esperanza de lograr que lo reparen o que le den otro en el área de Discapacidad del Ministerio de Salud, que le aportó el que tuvo en su momento.
En los meses de aislamiento no la pasó tan bien porque estuvo solo y su madre se quedó en Lagunilla de Pozuelos, Rinconada. «Pinté poco porque estaba bajoneado», indicó sobre una de sus grandes pasiones que le trajo reconocimiento.
Autor de obras hechas con óleos y acrílicos, los trabajos de Elbio fueron seleccionadas en exposiciones fueron «Toreo de la vincha y la Iglesia de Casabindo «n el 8 º Salón Provincial de Pintura para Artistas noveles Fundación Hospital de Niños en el 2011; en el 5º Concurso de Pintura en el 10 º Salón Provincial de Pintura para artistas nóveles de la misma fundación en 2014.
También se destacó en el Concurso de Pintura «Rodrigo Pereyra» del Colegio de Escribanos en ese año y en 2016 y 2017; y en el Concurso salón de artes visuales, de dibujo, escultura y medios alternativos en 2017; por su dibujo en el Concurso Salón de las Artes Visuales en 2017; en el Concurso convocatoria de Artes visuales y ciencia en 2018; y en el de Artes visuales de Ledesma en 2018 y 2019.