El magistrado aseguró que la niña dio «pocos detalles» y hay huecos en la investigación, que impiden condenarlo.
Un español, de 37 años y en prisión provisional desde febrero de 2021, fue absuelto de violar a su hija desde que tenía siete años. Pese a que no pusieron en duda en el relato de los hechos de la menor, consideraron que es “pobre en detalles” y existen déficits en la investigación que impiden que sea condenado.
Estaba imputado por abusos sexuales continuados con acceso carnal a su hija. La Audiencia Provincia de Valencia decidió el viernes su puesta en libertad. “El testimonio de la víctima es creíble, que no se aprecia un móvil espurio, y lo ha mantenido inalterable -persistencia en la incriminación- desde su denuncia”, según reveló el diario Levante-EMV, “salvo por el pequeño matiz de que inicialmente dijo que los abusos comenzaron cuando tenía siete años y posteriormente indicó que tenía ocho”.
En la sentencia, dada a conocer por el diario, se asegura se el tribunal escuchó “explicaciones lógicas” por parte de la pequeña al no acordarse de algunos detalles de la traumática situación pero insiste en que la falta de detalles supone “un serio problema de valoración del recuerdo de la menor”.
“No podemos excluir o negar que los hechos denunciados hayan ocurrido realmente. Existen indicios de que la menor puede haber manifestado hechos ocurridos realmente. Pero, al mismo tiempo, la prueba del delito presenta cierto déficit, como la ausencia de corroboraciones periféricas y un alto grado de vaguedades y generalidad que plantea dudas, tratándose de hechos tan repetidos”, argumenta.
Según la denuncia de la menor, su padre le ponía películas porno, le hacía tocamientos y la obligaba a practicarle incluso sexo oral. También confirmó que la penetró en varias ocasiones en su propia casa, en la zona de Utiel-Requena, aunque no precisó las fechas exactas
El adulto aprovechaba la ausencia de la madre para atacarla; la mujer cuidaba a una anciana algunas noches.
El año pasado se detectaron varios intentos de suicidio en la niña, que ya tenía 15 años, por lo que recibió ayuda psicológica y social de su ayuntamiento y se activó el protocolo de víctimas de abusos sexuales.