La mujer tuvo su primera consulta cuando conoció la amistad de Bill Gates con el pedófilo Jeffrey Epstein.
Melinda Gates comenzó a pensar en el divorcio de Bill Gates hace al menos dos años. Según información de The Wall Street Journal, la empresaria hizo su primera consulta en letrados especialistas en el tema en 2019, cuando se conoció que su marido tenía relación con el financista pedófilo Jeffrey Epstein.
En ese momento, ella ya decía que su matrimonio estaba “irremediablemente roto”. El divorcio no sería fácil y la filántropa lo sabía: eran más de dos décadas juntos y una fortuna en juego, además de la reputación.
Lo que más la atormentaba era la cercanía de Bill con Epstein. Lo conoció en la ciudad de Nueva York porque el propio magnate los presentó. Y a ella no le cayó nada bien. Desde el primer encuentro, sintió rechazo y se lo hizo saber a su marido.
The Wall Street Journal, además, aseguró que a principios de 2020 la pareja ya estaba rota. Una señal, fue que no fueron al Foro Económico Mundial en Davos, Suiza. El 13 de marzo de ese año, los equipos de abogados de ambos ya estaban discutiendo con un mediador para resolver la separación. La solicitud formal de divorcio fue del 3 de mayo, con una fortuna estimada en 130 mil millones de dólares, según Forbes.