Una delegación de funcionarios argentinos está en la capital de Estados Unidos para intentar acercar posiciones y firmar el acuerdo. Dólar, inflación y déficit en el centro de la discusión.
El gobierno de Alberto Fernández quiere cerrar el acuerdo con el FMI antes de fin de año.
El Gobierno encara esta semana una negociación decisiva en la búsqueda de cerrar un acuerdo con el FMI antes de fin de año. Para eso, cinco funcionarios del Ministerio de Economía y del Banco Central tendrán encuentros clave con los técnicos del organismo que comanda Kristalina Georgieva. Serán días de intercambios en los que no faltarán idas y vueltas sobre los planes para contener el dólar, la inflación y el déficit fiscal.
Esos parámetros son el eje de la discusión que determinará el sendero para la economía del país en los próximos años, y que se contendrán en el plan plurianual que llegará al Congreso. La administración de Alberto Fernández insiste que el acuerdo no implicará ajuste, aunque diversos economistas consideran que esa opción no será posible.
Mientras avanza la revisión del préstamo stand-by que derivó en la deuda por US$44.000 millones, que la gestión de Alberto Fernández califica como “fallido”, y se espera que el directorio ejecutivo del Fondo analice si quita o no las sobretasas que le cobra al país por haberle prestado por encima de su capacidad como miembro, la jefa del FMI salió a aclarar que resta “trabajo por hacer” para anunciar el entendimiento con la Argentina.
El ministro de Economía, Martín Guzmán, y el titular del BCRA, Miguel Pesce, en una reunión a principios de octubre con los equipos técnicos del FMI liderados por Julie Kozack y Luis Cubeddu.
Qué puede exigirle el FMI al Gobierno para cerrar nuevo acuerdo por la deuda
Aunque las partes que negocian no revelaron la agenda de las conversaciones, las condiciones del FMI para un programa suelen ser similares. Al menos eso es lo que consideran la mayoría de los economistas. Por eso, creen que habrá una decena de condicionamientos, algunos de cumplimiento inmediato y otros con fechas previstas, a la Argentina para poder firmar el acuerdo de facilidades extendidas, que tiene un plazo máximo de 10 años y algo más de 4 años de gracia.
En se sentido, desde GMA Capital plantearon que las recetas clásicas que pueden ser parte del nuevo entendimiento. “Que sea más flexible que en los años ‘80 o ‘90, no significa que el tratamiento sea condescendiente con su principal deudor”.
Así sintetizan las exigencias que podría enfrentar la Argentina de acuerdo con los últimos programas de facilidades extendidas que el FMI firmó: con Ecuador en 2020, con Pakistán en 2019 y con Angola en 2018. Son cuatro grandes ejes, a saber:
Políticas fiscales
Baja del déficit fiscal mediante:
Aumento de impuestos;
Reducción del gasto público, vía subsidios económicos (tarifas); gasto previsional, salarios públicos.
Políticas monetarias
Suba de la tasa de interés;
Límite al financiamiento del Tesoro vía Banco Central.
Políticas cambiarias
Reducción de la brecha entre el dólar oficial y el blue;
Acumulación de reservas internacionales
Reformas estructurales
Tributaria;
Previsional;
Laboral;
del Mercado de Capitales.
El FMI advrtió que quiere entendimientos plenos con la Argentina para un plan integral.
Si bien esas son las condicionalidades que el FMI suele repetir en sus distintos programas, varios economistas creen que la magnitud de la deuda, y el daño que puede hacer a ambos negociadores un eventual default, pueden dar lugar a que las reformas estructurales no sean de requerimiento inmediato.
Otros consideran que también el ajuste en el déficit fiscal sería gradual a tres o cuatro años. Si hay consenso en que el camino para reducir el gasto público pasará por la disminución de los subsidios, sobre todo a la energía, con la aplicación de las tarifas segmentadas.
El gradualismo también diría presente para la obligación de acortar la brecha cambiaria: Argentina mira el caso Islandia como parámetro exitoso de un acuerdo con el FMI que incluyó cepo al dólar.
Qué falta para cerrar el acuerdo con el FMI
La misión que llegó a Washington no tiene capacidad de cerrar el acuerdo, pero sí de avanzar en la “letra chica” del nuevo programa. La Argentina busca un Acuerdo de Facilidades Extendidas, cuyo plazo máximo es de una década.
En la reunión de la semana pasada con la CGT, Guzmán confirmó que apunta a llegar a un acuerdo pronto para empezar a pagar recién en 2026, por lo que se espera un período de gracia de cuatro años.
Para arribar a una solución al conflicto de la deuda, se debe seguir una serie de pasos:
Los técnicos del staff de la Argentina y del FMI deben definir los detalles del nuevo programa.
El ministro de Economía, Martín Guzmán, y el jefe del Banco Central, Miguel Pesce, deben firmar una carta de intención dirigida al FMI en la que piden una misión del organismo hacia la Argentina. Es un paso formal que deben completar funcionarios de primera línea.
El FMI pone el principio de acuerdo a consideración de su directorio. (para este mes hay encuentros previstos entre el lunes 13 y el lunes 20 antes del receso por las celebraciones de fin de año).
El Gobierno envía el proyecto de plan plurianual y acuerdo con el FMI al Congreso, que tendrá que expresar su conformidad con el nuevo programa.
Si ambas partes logran las aprobaciones pertinentes, se firma el acuerdo y comienzan a regir las pautas que allí se establezcan.