Las Fuerzas Armadas enviaron los suministros, pero no llegaron a tiempo para impedir el colapso hospitalario. Hubo que derivar infectados de la ciudad que es un bastión de Bolsonaro
Manaos, la capital del estado de Amazonas, sufrió este jueves otro colapso hospitalario por la pandemia de coronavirus luego de que se acabaran los tubos de oxígeno, motivo por el cual obligó a derivar a más de 750 infectados con Covid-19 hacia otros estados vía aviones militares y a declarar un toque de queda en toda la ciudad.
En medio de una crítica situación por la muerte por asfixia de pacientes con coronavirus por falta de tubos de oxígeno, récord de muertos y falta de cámaras frigoríficas para guardar los cadáveres, el gobernador del estado de Amazonas, Wilson Lima, decretó este jueves el toque de queda entre las 19 y las 6 en la mayor ciudad de la selva amazónica.
Además, enfermeros, médicos y familiares gritaron en Manaos por la falta de oxígeno en la puerta de los hospitales públicos y pagando fortunas por tubos para darle a los pacientes.
Las Fuerzas Armadas enviaron 356 cilindros de oxígeno en la noche, pero la logística no alcanzó a suplir la situación de emergencia para los enfermos de coronavirus Covid-19.
«Hay relatos de que un ala entera de pacientes ha muerto por no tener tubos de aire. Además de las muertes, el peligro de generar problemas cerebrales permanentes es alto», dijo al diario Folha de Sao Paulo el científico del laboratorio federal Fiocruz Amazonia, Jesem Orellana.
Manaos no solo es la ciudad más grande de la selva amazónica, también es uno de los baluartes del voto y apoyo al presidente Jair Bolsonaro, quien a fin de año advirtió que no iba a permitir una nueva cuarentena en la capital que tiene la mayor zona franca de productos electrónicos de Brasil.
«El hospital quedó cuatro horas sin oxígeno: tuvieron que llamar a médicos residentes y estudiantes del último año para hacer ventilación manual en los pacientes. Es como estar en una guerra y no tener armas para luchar. Se nos mueren los pacientes en nuestra cara», contó un médico que no quiso ser identificado a la Agencia Estado.
Al respecto, el secretario de Salud de Amazonas, Marcellus Campello, dijo que las empresas proveedoras entraron en colapso porque el consumo se duplicó en diciembre y enero respecto del pico registrado en abril y mayo. «Estamos ante algo sin precedentes, el peor pico de la pandemia», dijo por su parte el gobernador Wilson Lima, en una conferencia de prensa en la que detalló el toque de queda y el cese de actividades que comienzan este jueves.